Las tecnologías en la nube están revolucionando muchas actividades y la educación no es la excepción. Aunque ya desde antes de la pandemia de COVID-19 las escuelas la estaban usando, en correos electrónicos o alojamiento de sistemas, el confinamiento obligado demostró que podían confiar más en esa metodología. Además, muchos cambios llegaron para quedarse. Ahora se puede avizorar un futuro de la educación conectada a la nube. Descubrí en esta nota el impacto de la integración de este concepto al sector educativo.
¿Qué es la computación en la nube?
La computación en la nube, o simplemente «la nube», es un modelo que permite acceder a distintos recursos informáticos a través de Internet. Consiste en un conjunto de servidores conectados, que ofrecen servicios como almacenamiento, software o herramientas de desarrollo. Así, el usuario puede utilizarlos sin consumir sus propios recursos, como ocupar espacio de almacenamiento o instalar programas.
Básicamente hay dos tipos de nube: públicas y privadas. Las nubes privadas son recursos de acceso limitado a la organización. La infraestructura se gestiona internamente o por un proveedor dedicado. En cambio, la nube pública es accesible a los usuarios en general. La más popular es Google Cloud, pero no es la única. En algunos casos se combinan recursos públicos y privados, dando lugar a la nube híbrida.
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La denominación de la nube surge de la representación gráfica utilizada en diagramas de redes, donde las conexiones a Internet se ilustran con la silueta de una nube. Actualmente se utiliza como metáfora para describir el modelo. En pocas palabras, es un espacio virtual donde se encuentran datos y aplicaciones, a los que se puede acceder desde cualquier lugar y en cualquier momento mediante una conexión a Internet.
La columna vertebral de la computación en la nube son gigantescos centros de datos, ubicados en lugares estratégicos, que albergan miles de servidores físicos. Estos servidores están conectados por redes de alta velocidad y consumen una gran cantidad de energía, tanto para la transmisión de datos como el enfriamiento de los servidores.
¿Cómo se utiliza en educación la computación en la nube?
El confinamiento obligado por la pandemia de COVID-19 nos dejó una lección sobre el uso de la nube. Según muchos especialistas, la Educación es uno de los sectores donde el impacto será más duradero. Se debe a que la experiencia durante ese período demostró que la accesibilidad y la conectividad son claves para crear un entorno de aprendizaje más exitoso.
Incluso en un escenario 100% presencial, la computación en la nube sigue siendo esencial para acceder a material didáctico, intercambiar conocimientos y aprender utilizando las nuevas tecnologías.
En realidad, el sistema educativo ya estaba utilizando la nube desde antes de la pandemia. La primera escuela de América Latina en utilizar la nube fue la Escuela N° 34 de Tigre, provincia de Buenos Aires… ¡en el año 2011!
Los principales servicios de computación en la nube que se utilizan actualmente en Educación son:
- Servicios de gestión escolar.
- Campus virtuales.
- Clases remotas.
- Mensajería, intercambio de archivos.
- Acceso a material didáctico.
Beneficios de la computación en la nube en Educación
Entre las principales ventajas de la computación en la nube se encuentran la accesibilidad, escalabilidad y flexibilidad. Respecto de la escalabilidad y flexibilidad, significa que el sistema es capaz de adaptarse automáticamente a demandas diferentes, crecientes o decrecientes.
En cuanto a la accesibilidad, las soluciones basadas en la nube facilitan el acceso a los recursos educativos desde cualquier lugar y en cualquier momento, mientras se disponga de una conexión a Internet. Veamos más detalladamente estos beneficios:
Mejor experiencia de usuario
Los servicios en la nube ofrecen una mejor experiencia de usuario en momentos clave. Por ejemplo, cuando aumenta la demanda de servicios, en el caso de épocas de inscripción a exámenes o cursos.
En tanto, cuando ésta disminuye, los servicios se adaptan automáticamente.
Acceso a tecnologías de vanguardia
La nube ofrece acceso a tecnologías de vanguardia en administración y gestión escolar sin necesidad de realizar grandes inversiones en software o equipamiento,
De hecho, la infraestructura tradicional requiere servidores y mantenimiento. En cambio, utilizando los servicios de la nube se ahorran estos costos y también espacio físico.
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El personal administrativo también se beneficia con la computación en la nube, evitando actualizaciones y otros trabajos necesarios para el mantenimiento del software escolar. La integración de los sistemas administrativos de la escuela con la tecnología de la nube ayuda a automatizar tareas y tener más tiempo libre para dedicarlo a tareas urgentes o más importantes.
Acceso a material didáctico de manera ubicua
Los estudiantes pueden acceder a material didáctico elaborado por los docentes desde cualquier lugar y en cualquier momento. Por ejemplo, Google Drive es un servicio gratuito que permite compartir todo tipo de documentos.
Además, se pueden compartir enlaces a videos interesantes o tutoriales de manera rápida y segura, a través del correo electrónico, el aula virtual o un servicio de mensajería. Esto permite al estudiante acceder inmediatamente al material didáctico.
La nube facilita también el acceso a recursos de distintas instituciones educativas y recursos como laboratorios virtuales, clases remotas y conferencias con visitantes virtuales de cualquier lugar del mundo.
Mejor colaboración entre docentes y estudiantes
Las plataformas mejoran la colaboración entre profesores y estudiantes a partir de compartir documentos y facilitar su trabajo en conjunto, en línea y en tiempo real. Herramientas gratuitas como Google Docs, hojas de cálculo y presentaciones permiten trabajar juntos en proyectos virtuales e intercambiar comentarios en tiempo real.
Los profesores pueden beneficiarse accediendo a los trabajos de sus alumnos en línea para comprobar progresos y proporcionar comentarios. Además, algunos software basados en computación en la nube incorporarn análisis de datos y funciones de aprendizaje automático que permiten un mejor seguimiento del desempeño de los estudiantes.
Seguridad de datos
Los establecimientos educativos almacenan datos sensibles de los estudiantes. Además, existe otro tipo de datos, como resultados de investigaciones o información financiera. Estos datos pueden perderse o alguien puede acceder a éstos de manera indebida.
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Al almacenarlos en la nube se asegura la confidencialidad y la protección en caso de eventos que puedan afectar el hardware como inundaciones o incendios.
Sin embargo, esto no significa que no se deban tomar las medidas imprescindibles en protección de datos, como copias de seguridad periódicas, cifrado y autenticación multifactor.
Nuestras recomendaciones
Como ves, el camino hacia la adopción de la computación en la nube por parte de las escuelas ya es parte de nuestra realidad. Si todavía no adoptaste algunos de estos recursos, quizás sea el momento de hacerlo. Sin embargo, para un uso más eficiente de la nube en el aula recomendamos:
- Mantener los sistemas operativos de los equipos actualizados, para evitar amenazas.
- Establecer horarios de uso. Acordar con los estudiantes horarios de conexión para clases en línea o acceso a información como resultados de exámenes.
- Inculcar a los estudiantes hábitos de protección personal en Internet, como no proporcionar contraseñas, no aceptar invitaciones de desconocidos y no publicar información sensible. Al mismo tiempo, fomentar el uso responsable y seguro de las cuentas en línea.
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